Como Nació Despierta Tu Luz?

Mi nombre es Patricia De La Rosa, directora y diseñadora creativa de este proyecto maravilloso que me ha llenado de mucha inspiración y amor por el arte y la vida!

Despierta Tu Luz es un proyecto especial en honor a Dios, los ángeles, los Arcángeles y los seres de luz. Ellos me han usado como herramienta para compartir mensajes de luz y sanación a través de mi arte creativo.

Desde pequeña me sentí atraída por el arte y la creatividad, pero también por las preguntas existenciales y el sentido de la vida. Siempre tuve una sensibilidad especial para percibir la belleza y la magia que hay en todo lo que nos rodea, pero también el sufrimiento y la injusticia que afligen a muchos seres.

A través de mi vida como adulta, estuve laborando en el sector corporativo y aunque en un punto de mi vida me encontraba en un nivel económico estable sentía una insatisfacción y una inquietud interna que no lograba calmar. Buscaba la felicidad en las cosas externas, como los viajes, los momentos felices de celebración o solo esperando a que llegaran los Viernes y el fin de semana para "sentirme libre", pero siempre me quedaba un vacío y una sensación de falta. Era una felicidad momentánea y fugaz. 

Siempre me cuestionaba el por qué todos debiamos seguir una vida con un patrón muy similar y en perfecto orden; desde ir a la escuela, luego a la universidad a estudiar una carrera, casarse, comprar una casa, tener un carro, tener los hijos, trabajar para tener buena posición y dinero y luego retirarte para empezar a vivir. En serio? Wow! Para mi esa vida resultaba tan vacia, tan aburrida,  monótona y carecia de un propósito real y de servicio para los demás.   

Como nos enseña la sociedad a que en la vida vienes a "luchar" y que todo es a base de mucho "esfuerzo y sacrificio" tenia el concepto errado de que la vida era muy dificil y que solo veniamos a "sufrir" para ganar o poder merecer algo. Eso se instaló en mi mente subconsciente y sin darme cuenta comencé a vivir una serie de eventos negativos en secuencia de esos que llamamos "mala racha". 

Fue cuando toqué fondo que entendí que parte de asumir plena responsabilidad por nuestras vidas es dar los pasos necesarios para sanar nuestro pasado, sanar nuestros traumas y reprogramar nuestra mente subconsciente para que trabaje a nuestro favor. Debemos estar dispuestos a hacer un viaje interior para sanar, incluso cuando sea incómodo.

Nunca me di cuenta que tenia tantos aspectos de mi por sanar y poner en orden, hasta que atravesé por un problema importante de salud en el 2021. Esa crisis me llevó a un estado de ansiedad y depresión profunda en donde no encontraba sentido a mi vida y simplemente no queria existir.

Mi situación económica se vino abajo, experimenté cambios muy bruscos al mudarme de ciudad, mi salud estaba deteriorada y por ende mi cuerpo no me respondia a un 100%, mi nivel de energía y motivación estaban en el piso...en fin, toda mi vida estaba al revés en tres areas importantes: Salud, Dinero y Carrera profesional.

A causa de un colapso emocional, me aisle del mundo, me sentia un cero a la izquierda, no me sentia suficiente, me sentía sola e incomprendida, llegué a sentir odio conmigo misma por no haber llenado mis propias expectativas. Asi que tomé la decisión de cerrar mis plataformas sociales, no quise comentar con nadie lo que me ocurria, ni tampoco lo entendia para poder explicarlo. En pocas palabras, me sentía perdida en mi propio laberinto. Lo único certero que sentia en mi corazón era que esa respuesta que estaba buscando acerca de todo lo que me ocurria no se encontraba afuera, ni en seguir dandole vueltas a esas situaciones. Mi alma me pedia a gritos desconectarme del mundo exterior y conectarme al 100% conmigo misma, con mi esencia.  Y viendo atrás, ha sido mi mejor decisión

Cuando comencé mi viaje de sanación interior, me di cuenta de que primero debía trabajar en mi amor propio. Este fue el primer paso para rescatarme y conectarme más conmigo misma dejando fluir mis emociones y amándome tal cual como soy con todas mis virtudes y aceptando con amor todas mis imperfecciones. Y a la vez entendiendo que no necesitaba ir al ritmo de todos los demás en cuanto a logros y metas se refiere, sino ir encontrando mi propio ritmo aceptando que cada quien se encuentra en su propio estado evolutivo como seres humanos y almas que somos. 

Fue entonces cuando empecé a interesarme por hacer una introspección, reflexionando sobre mis pensamientos, mis emociones, mi conexión con Dios, y mi aspecto físico. Para ese entonces mi cuerpo estuvo muy afectado interna y exteriormente no solo por la alimentación inconsciente que llevaba, sino también por mis emociones y pensamientos acerca de lo que pensaba de mi misma. A partir de ese desbalance, llegue a pesar alrededor de 200 lbs.

Entonces, me di cuenta que tenia dos opciones: Amargarme por el resto de mi vida sintiéndome una verdadera víctima del destino o darle un giro total a la situación.

Empecé a explorar diferentes caminos que me ofrecían respuestas y herramientas para encontrar la paz y el equilibrio interior. Practiqué la meditación, aprendí a integrar una nutrición mas consciente, aprendí sobre reiki, entre otras disciplinas que me ayudaron a conectar con mi esencia y con la fuente de todo lo que existe. También comencé a escuchar audiolibros basados en el tema espiritual y metafísico, aprendí sobre Biodescodificación, los códigos sagrados, cursé una Maestría Angelical con Mentor University y asistí a cursos y talleres online de maestros y coaches espirituales que me inspiraron en mi proceso de autoconocimiento y transformación.

Sin embargo, mi viaje se aceleró exponencialmente cuando decidí soltar mi trauma y dolor, entendiendo que como almas tenemos el libre albedrio de elegir nuestras experiencias de aprendizaje aquí en la Tierra, ya sea consciente o inconscientemente y que somos totalmente responsables de la vida que decidimos crear. 

Así fue que poco a poco fui experimentando un despertar espiritual que cambió mi forma de ver y de vivir la vida. Me di cuenta de que yo no era solo mi cuerpo, mi mente o mi personalidad, sino que había algo más profundo en mí que era parte de un todo mayor. Me di cuenta de que la felicidad y el amor no estaban fuera sino dentro de mí, y que solo dependían de mí misma. Me di cuenta de que todo lo que me pasaba tenía un sentido y un propósito, y que yo podía elegir cómo responder a cada situación. Me di cuenta de que todo estaba interconectado y que yo podía influir positivamente en el mundo con mis pensamientos, palabras y acciones.

Este despertar espiritual no fue un evento único ni definitivo, sino un proceso gradual y continuo que aún sigue en marcha. He tenido momentos de luz y momentos de oscuridad, momentos de alegría y momentos de dolor, momentos de certeza y momentos de duda. Pero en cada momento he aprendido algo nuevo y he crecido como persona y como alma.

Aprendí a que soy la única responsable de mi felicidad, de mi crecimiento, de mi paz y de mi libertad.

Aprendí a que tengo el poder de cambiar mi realidad, de crear mi destino, de superar mis miedos y de cumplir mis sueños.

Aprendí a que no necesito la aprobación, el reconocimiento o el consuelo de nadie, porque tengo la confianza, la sabiduría, la fuerza y el amor de Dios en mí.

Aprendí a que no necesitamos ser rescatados o salvados. Lo que realmente necesitamos es hacernos responsables de nosotros mismos, hacernos responsables de nuestras propias acciones, de nuestras propias decisiones, reconocer nuestro propio poder interno y decidir firmemente querer cambiar nuestras vidas para nuestro mayor bien.

Aprendí a que no soy víctima de las circunstancias, de las personas o del destino, sino un ser totalmente responsable de mi propia felicidad. 

Aprendí a que puedo elegir cómo reaccionar ante lo que me pasa, a que puedo cambiar lo que no me gusta y a que puedo aceptar lo que no puedo cambiar. 

Aprendí a que soy la PROTAGONISTA de mi historia, la creadora de mi realidad y no el producto de ella. 

Aprendí a que el rescate personal es un viaje profundo hacia el interior de uno mismo, donde se busca el contacto con Dios y la sanación de las heridas del alma. El rescate personal y espiritual implica reconocer la necesidad del perdón, hacia nosotros mismos y hacia los demás. Es una experiencia transformadora que nos libera del miedo, de la culpa, fortalece nuestra fe, nuestro amor propio, nos da una nueva vida y nos hace más consciente de nuestro poder creador y sanador. 

Mi despertar espiritual también ha influido en mi arte creativo, dándole un nuevo sentido a mi vida y una nueva dimensión. Ahora creo desde el corazón, desde la intuición, desde el alma. Ahora creo para compartir mi experiencia y mi mensaje con los demás, para inspirarlos y motivarlos a buscar su propia verdad y su propia felicidad. Ahora creo para contribuir a crear un mundo más bello, más armonioso, más consciente.

A través de imágenes, colores, formas, símbolos, códigos sagrados, decretos y afirmaciones quiero transmitirte la esencia de este viaje hacia el interior, hacia el descubrimiento de tu verdadera naturaleza divina. Quiero invitarte a despertar tu luz interior, esa chispa sagrada que llevas dentro y que te conecta con la Fuente Universal. 

Mi propósito es que a través de cada diseño puedas encontrar inspiración, elevar tu vibración, despertar tu potencial de autosanación y conectar con tu amor propio y poder interno.